Vista al pasado, el que ya no regresará. Porque ninguno de los dos vamos a volver a pensar así.

Me he ido tantas veces que cualquiera se hubiera vuelto loca, pero ella siempre ha estado ahí para verme volver, con su sonrisa tímida y sus ojos grandes. La he hecho tanto daño que cualquiera se hubiera roto, pero ella siempre me recibe con un 'no vuelvas a irte nunca' aún sabiendo que lo haría. Pero no sé, por muchas veces que lo niegue, por muchas veces que la diga que no y por muchas veces que la parta el corazón, ella siempre será mía, siempre seré yo el que se lo arregle. Hay atardeceres que pasaría en sus ojos, y hay días que no la quiero ni ver, pero pase lo que pase ella seguirá estando para mi, al igual que yo siempre volveré por ella. La he dicho tantas veces 'se acabó' que cualquiera se hubiera dado por vencida, pero ella sigue ahí, esperando por mi. La he hecho tantas veces mía, que mi piel huele a la suya, y sus besos saben a mi. La he querido tantas veces, que solo respiro si me mira. 'Por ti no me hubiese cansado de esperar', dijo el último día que volví. Y que verdad fue, que desde entonces no me volví a alejar, por su risa tonta, sus caras raras, su mal genio, sus días tristes y a medias, cuando sonríe y el tiempo se congela, su olor, su pelo, su voz. Desde ese día comprendí, que aún que vivía mejor solo, ella era la mejor parte de mi soledad, porque sin ella estar solo daba miedo.

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